El proceso de aprender inicia desde que
nacemos y se sigue aprendiendo durante toda la vida, en ese proceso no solo se
aprende a leer y escribir también se adquieren y se forman base para el
desarrollo personal, para que el engranaje de una sociedad funcione, sus
miembros deben tener una educación básica
que les permitan desarrollarse como individuos para poder convivir en
sociedad, en todos los aspectos de la vida va inmersa la actividad financiera,
desde que al niño se le entrega la primera moneda para que compre lo que le
gusta, esta es la razón que desde temprana edad se debe introducir las finanzas
en la educación con el fin de adquirir habilidades básicas que le permitan
participar en esta sociedad.
Los pensamientos y acciones que permiten la relación entre las personas y
su entorno inician en la infancia, es por ello que consideramos necesario
incluir buenos hábitos financieros desde el mismo momento en que el niño
comprende que toda acción tiene una consecuencia. No se necesita de métodos avanzados
para lograrlo, pequeñas actividades donde ellos mismos identifiquen la forma en
que ingresa el dinero en sus hogares, cuales son los gastos necesarios, como hacer uso de la mesada responsablemente
y premiar su buen manejo, son suficientes para que entiendan que el bienestar
financiero no es un asunto de suerte, sino de buenas decisiones.
La información que aporta este proyecto
es a nivel de emprendimiento donde los alumnos en primer lugar se les compartirá
información sobre del dinero, su historia, su elaboración, su utilización, las
diferentes profesiones y oficios, concepto de ingresos, como se obtiene y como
se aumenta, concepto de gastos, gastos personales y del hogar, eficiencia del
gasto, necesidades y deseos, concepto de ahorro, formas de ahorrar y objeto de
ahorrar.
Cuando desde temprana edad no se
orienta al niño a tomar buenas decisiones financieras siempre tendrá un riesgos
latente de tomar medidas que no le favorecerá, la poca o nula educación
financiera trae graves consecuencias como el sobreendeudamiento, ineficiencia
en el manejo de las finanzas personales, ausencia de ahorro e inversiones equivocadas, aprender a usar el
dinero va más allá de ahorrar, es por eso que la educación financiera
involucra un amplio marco de
posibilidades que permite la ejecución de acciones en beneficio de diferentes
partes de la población, asociadas a sus necesidades y condiciones.
Se realizaron preguntas informales a docentes de instituciones públicas en la
ciudad de Santa Marta sobre si en su currículo estaban incluidos los temas
sobre finanzas antes mencionados y sus respuestas fueron negativas, estas
respuestas nos llevó a plantear este proyecto pedagógico, aunque el ministerio
de educación ya lo ha planteado aún no se está llevando a cabo.
En los hogares siempre se ha
considerado que las conversaciones sobre dinero solo incluyen a los padres y
demás miembros mayores que aportan o no recursos para el sostenimiento del
hogar colocando una barrera en los menores, este tipo de acciones traen como
consecuencia que los miembros menores de la familia establezcan sus primeras nociones de finanzas
en creencias populares, tales como que “los ricos son afortunados”. Si un niño
cree que la riqueza es resultado de la suerte y no del trabaja duro y la toma
de decisiones inteligentes, ¿cuál será
su motivación para empezar a manejar el dinero responsablemente?
Es importante tener claro que los
hábitos tardan años en formarse, y si se transmite desde los primeros años la
confianza, conocimientos y habilidades necesarias para asumir riesgos, ahorrar
para “tiempos de sequía”, determinar si están en capacidad de asumir una deuda
y ‘guardar’ para la vejez, entonces los niños tendrán las herramientas para
lograr un futuro financiero próspero sacándole partido al sistema financiero.
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